Durante el año 2017 la institución CEVITA (Centro Vitivinícola de Tarija) llevó adelante un Programa de Buenas Prácticas Productivas para el sector Vitivinícola a cargo del Licenciado Sebastián Martín Paggi (actual responsable del Programa Para el Uso de Azolla). El objetivo del Programa de Buenas Prácticas consistía en el asesoramiento a productores de la región en técnicas de manejo del suelo y la producción, con el fin de transformar los sistemas productivos de convencionales a agroecológicos.
Una de las cuestiones fundamentales durante la planificación de dicho Programa era visualizar una fuente de materia orgánica que pudiera recuperar los suelos erosionados y compactados por el modelo Productivo Convencional, así como reemplazar el uso de fertilizantes químicos para la producción.
Se estableció contacto entre Sebastian Paggi y Walter Sanchez Solano y rápidamente se incorporó el uso de Azolla para el Programa de Buenas Prácticas. Durante el transcurso del año, se comenzó un trabajo conjunto entre el programa de Promoción del Uso de Azolla y el Programa de Buenas Practicas Productivas junto a los productores de la región; Azolla se transformó en uno de los pilares más importantes del Programa.
Certificaciones de productores orgánicos
En los meses de febrero-marzo del 2018, previo a la vendimia, tres productores vitivinícolas: Margarita Jaramillo (La Higuera), Marta Romero (Colon Sur) y Heriberto Alvarado Areco (Guaranguay) que trabajan con Azolla y producción de Bocashi fueron certificados como productores orgánicos. Sumado a ese logro, estos productores lograron vender su uva orgánica a la institución CEVITA, obteniendo un mayor precio que el de la uva de mercado convencional.
La uva se procesó en la bodega de la institución CEVITA, con la participación de los productores y los responsables del Proyecto Azolla. Se procesaron alrededor de 400 cajas de uva moscatel proveniente de los tres productores certificados.